De repente suena el móvil, es un whatsapp. Es Viernes Santo así que hoy es fiesta. Abro los ojos y el sonido del móvil parece representar una alarma que dice que hoy es el último día de la década de los 20.
Hace un año por estas fechas, por regalo de cumpleaños, disfrutaba del musical Tick Tick… Boom! (qué bien lo pasamos) que muestra la historia de un joven que está a punto de cumplir los 30 años y aún no ha conseguido hacer realidad uno de sus sueños. Entonces eran 29 los que caían, quedaba todo un año por delante, de ilusiones, de lucha y de cambios.
Y de repente ¡rinnnggg! Última llamada para el avión VG030. Esto corre demasiado amigos.
Treinta años, tres décadas, con sus meses, con sus semanas, con su día a día, con sus despertadores, con sus noches en vela, con sus tardes de domingo tan sumamente aburridas; parece mentira lo rápido que pasa el tiempo sin darte cuenta.
En esta última década, tantos y tantos cambios. Diez años que comienzan en la Universidad y continúan en PorFinYa, mi casa, mi hogar. Supongo que suele pasar cuando sales al mundo laboral por primera vez, y si además te encuentras con tanta buena gente, todo es más fácil.
Salimos camino de muchoviaje, una nueva casa durante casi cinco años de la que me despido, no sin dolor, hace un par de meses. Cinco años de lucha en los que mi único objetivo era hacer líder a muchoviaje. El tiempo nos dirá cuán acertado fue.
Y ahora toca vivir entre 2 ciudades, Madrid y Zaragoza, para iniciar una nueva aventura.
Curiosa vida es esta que viviendo en una ciudad como Madrid, que los que me conocéis sabéis que, digamos no es mi ciudad ideal, me termina llevando a trabajar de manera intermitente en Zaragoza. ¿Curiosa vida o protagonistas un tanto ilógicos?
10 años pretendidos resumir en unas líneas cual resumen de temario de colegio antes de un examen que dejas para el último momento.
Cuántos momentos pasados, buenos y malos. Valencia 2012, MM Soria 2012, Donosti 2010… felicidad.
Cuántos amigos y enemigos durante este tiempo, y enemigos que con el paso de los años nos gustaría volver a encontrar, y decirnos, con la sabiduría del tiempo pasado como consejera, que no fue para tanto.
Y llega un día en el que te paras a pensar ¿soy la persona que quería ser cuando era pequeño y me imaginaba de mayor?
Comienza en unos minutos una nueva era. Simplemente pretendo mostrar en unas pocas líneas los sentimientos de un joven o ya no tan joven de 29 años antes de pasar la barrera de los 30, la psicológica barrera de los 30. Mañana nos levantaremos y todo seguirá igual. Seguiremos siendo la misma persona, seguro; pero nos daremos cuenta de que ese joven de 29 años ya no volverá, ni volverá todo lo demás.